
04 Jun Aprendiendo a escucharme.
Ya estoy de nuevo por aquí, he de decir que estoy muy contenta, he notado mucha mejoría en mí, estas últimas dos semanas.
En el primer post hablaba sobre nuestro interior, que afectaba de manera muy directa a nuestro físico, si nuestro interior se encontraba feliz, con mucha positividad, nuestro físico igual…por eso mismo después de dedicar tiempo a mi interior y volver a encontrarme ya era hora de apuntarme al gimnasio para ponerme estupenda, pero sobre todo mantenerme bien mentalmente.
Después de una buena clase de spinning tengo la autoestima muy alta con ganas de comerme el mundo y de que llegue el día siguiente para volver a entrenar, eso me hace sentir viva e imparable, lo que quiero decir con esto es que podemos mejorar físicamente, pero esta mejoría también nos repercute en nuestro interior, es muy sencillo, si le das agua a una flor, se pondré bien linda y al mismo tiempo le alimentas, el gimnasio hace la misma función. Nos da energía y buen resultado físico.
Con el tiempo he aprendido que nuestro bienestar depende de nosotros, si nos sentimos apagados sin ninguna motivación, hace que la depresión aparezca en nuestras vidas y siendo sincera es una pena, porque la vida nos brinda muchas oportunidades para ser felices, todo depende de nosotros, nuestras decisiones, nuestro alrededor, nuestra manera de vivir, siempre digo que la vida es sencilla y muchas veces nos la complicamos nosotros solos.
Los buenos hábitos son esas prácticas del día a día que nos hacen sentir bien con nosotros mismos, nos nutren física, mental y espiritualmente, y, sobre todo, nos ayudan a volver al equilibrio, en cuanto sentimos que nos hemos alejado de él, ¿sabéis lo que pienso? que nos acordáramos de estos hábitos cuando nos encontramos mal, cuando estamos estresados, cuando comemos de más o cuando estamos de mal humor y luego nos decimos que estos hábitos saludables a nosotros no nos funcionan, por el simple hecho de ponerlo en practica cuando no nos encontramos bien.
Encontrarnos bien con nosotros mismos es un proceso no es un proceso muy largo, pero debemos coger el tiempo que necesitemos para escucharnos. Si una persona practica la meditación, en una situación de discusión responderá de
manera más calmada que una persona que no la práctica, por eso todo lo que hagamos en nuestro día a día hablando de deporte y de otras actividades físicas y mentales nos repercuten directamente a nuestra vida personal. Desde que yo lo practico, me siento mucho mejor, más centrada, más concentrada y lo que es más importante, feliz. Estoy aprendiendo a que mi mente y mi cuerpo sean compatibles, pero no puedo decir los mismo con respeto al amor jajajajaja, pero ya tengo el próximo tema para el siguiente post…
Tenéis que escuchar vuestras emociones y lo que éstas os quieren decir, porque normalmente cuando nos sentimos “bien” es porque nuestras necesidades están cubiertas, buenos resultados laborales, tenemos una buena rutina de ejercicio físico, seguridad, buenas conexiones con la gente, comer sano, saber recapacitar, perdonar, sonreír y sobre todo empezar el día con una buena energía si tenemos cubiertas la mayoría de estas necesidades nos sentiremos bien.
Pero si nos encontramos mal es porque la mayoría de esas necesidades no les hacemos un buen uso, nos encontramos desanimados, tristes, encerrados, nos autoconvencemos de que nuestra vida es una mierda, en este caso lo que tenemos que hacer es buscar y reflexionar que es lo que está ocurriendo en nosotros para poder cambiar.
Por último, debéis estar bien seguros de nosotros mismos, somos la única persona que podemos hacernos felices para siempre.
Espero que os haya gustado este post me hace mucha ilusión poder compartir con vosotros mis escritos porque sé que me entendéis y yo a vosotros.
Y para el siguiente post, ¿de qué os gustaría hablar?, ¿rupturas, ex, amores
imposibles?, vosotros elegís.
Besitos BELLAS Y BELLOS.